Natalia va caminando distraidamente, mirando atraves de los cristales de las tiendas que se encuentra a su paso, mira precios de joyería, modelos de zapatos, colores de ropa, y de repente recuerda que no le ha comprado aún los regalos de cumpleaños de su novio y su suegro.
- ¡Oh Dios! ¿pero cómo se me pudo olvidar? ¡¡¡si es mañana domingo!!!, Natalia se lleva las manos a la boca, y piensa que tiene que comprarlos hoy, pues mañana no abren las tiendas.
Sigue recorriendo la calle, y recuerda que en dos bocacalles más adelante hay una tienda donde venden unos detalles muy bonitos para hombres, cruza la calle peatonal y mientras, va pensando que les va a regalar.
-A ver... aver... si, eso puede ser....pero no, no, siempre una corbata no, tiene que ser algo más original, depronto abre muy grandes los ojos y piensa....¡¡¡lo tengo¡¡¡ para mi novio Andrés unas tanguitas de esas que venden para hombres que se ven ellos muy sexis, ¡¡¡si!!!, algo como esto:
y para mi suegro Andrés (Los dos se llaman igual y nacieron el mismo día 24 de julio, en años diferentes obviamente) pues,...pues unas zapatillas para estar por casa, ¡¡¡ perfecto!!! como éstas:
Después de esperar casi 10 minutos llegó la encargada y Natalia junto con otras personas que estaban esperando para entrar, ingresaron en el local, había de todo un poco, y Natalia se asesoró de la encargada para comprar los regalos, ella le había dicho:
- En la planta de abajo tienes la ropa interior de hombre y aquí en la planta de arriba puedes buscar las zapatillas de estar por casa, tienes todos estos modelos, puedes elegir el que más te guste y luego me pides el número.
Bajó a la planta baja por la escalera eléctrica y empezó a buscar ropa interior para su chico y después de mirar varias eligió una, echó un último vistazo y se convenció que eran las que le gustaba, subió luego la escalera a la planta de arriba y buscó las zapatillas le gustaron unas que pensó eran ideales para su suegro, le pidió a la encargada el número 40 y luego que ya tenía todo le pidió que se lo empacara todo para regalo.
Cuando la encargada se disponía a envolverlos ella le dijo:
-Por favor quiero este papel - señalando uno que había de muestra junto al mostrador.
-De ese no me queda, solo tenemos éste - le señaló un papel rojo, hasta el lunes no nos traen de otros colores, tengo que envolverle los dos regalos con papel del mismo color.
-Bueno, esta bien, pero ponle una cinta de colores diferentes para distinguirlos.
-¡Oh claro que si!.
-También quiero escribir una nota para que me la coloques encima de los regalos le dijo Natalia.
-Muy bien, si quieres puedes sentarte ahí - le señaló una pequeña mesita con una silla que había cerca de la entrada - para escribir la nota, toma, te doy papel, sacó un papel especial decorado para ocasiones especiales.
- Gracias.
Natalia sacó un lapicero que siempre llevaba consigo y puso el papel sobre la mesita ¿que escribir? pensó...
Escribió la nota, y se la pasó a la encargada, y le pidió que se la colocara en el regalo de su novio, y en el regalo de su suegro solo escribió, de Natalia con cariño, pero la encargada equivocó los regalos, el que era para su novio con la nota se lo colocó a su suegro, y el regalo del suegro a su novio, asi que los regalos fueron cambiados, sin que ninguna de las dos se percatara de la equivocación.
Salió de allí y quiso enviar los regalos adelante con su suegra que se la encontró de camino a su casa, diciéndole que iría mañana domingo a celebrar el cumpleaños todos juntos.
Esa misma tarde recibió una llamada de su suegra que se partía de risa preguntándole que significaba esa nota que acompañaba el regalo de su marido se lo tomaba a broma por que sabía que se trataba de una equivocación pues sabía lo mucho que se querían su hijo y su novia, la nota que debía ser para su novio y que la encargada se había equivocado poniéndola a su suegro era ésta:
Espero te lleves una agradable sorpresa, y que te acuerdes de mi como yo lo hago de ti todos los días, mañana pienso ir y quedarme a dormir contigo y ponértelas yo misma llevo mucho tiempo deseándolo pero no he tenido ocasión para decírtelo, pues la mayoría de las veces está mi suegra cerca y son pocas las ocasiones en que podemos estar a solas en este poco tiempo que llevamos de conocernos, te las he comprado un poco pequeñas, espero te gusten, de quien tanto te quiere Natalia.
Natalia, explicó a su suegra lo sucedido en la tienda y solo pudo decir: ¡¡¡Qué vergüenza!!!.
RUIZCEOS.
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