sábado, 8 de enero de 2011

TESORO ENTERRADO.

LA GUACA DEL INDIO YARUME.

José era un hombre pobre y aquien las deudas le tenían agobiado hasta el cuello, por eso aquella mañana cuando su amigo Simón le comentó aquel plan, aunque salido de la realidad no lo dió por descartado al fin y al cabo ¿qué podría perder?
-Entonces te animas?- Le dijo Simón.
José se quedó pensativo y es que estas cosas le despertaban  los más escondidos y profundos miedos, sin embargo pensando en su situación acual decidió aceptar.

                    
Pereira-Risaralda.





Quedaron entonces para el día siguiente en las horas de la mañana en Llano grande un pueblo cercano a la ciudad de pereira, el pueblo antes fue un caserío pero se había convertido rápidamente en un pueblo, donde abundaban las construcciones de viviendas familiares, algunas tiendas pequeñas, uno que otro supermercado y una construcción que se veía desde lejos en la parte alta del pueblo que era un seminario donde iban los jóvenes aspirantes a sacerdotes y que también se utilizaba para retiros espirituales de personas particulares.



Llano grande Pereira.

Al otro día que se encontraron Simón le dijo que debían excavar junto a una antigua casona que estaba abandonada y practicamente en ruinas en las afueras del pueblo de llano grande.
El plan era excavar para encontrar una "guaca" de la que se hablaba en todo el pueblo desde hacía muchos años y que a muchos les parecía una simple leyenda y en la que José había puesto todas sus esperanzas para salir de  deudas y de pobre.
Una "guaca" es un tesoro que los antiguos indígenas enterraban con sus muertos en forma de ritos religiosos y dependiendo  de su rango gerárquico y social: Si era un guerrero, un sacerdote, o un cacique, eran enterrados con víveres, ropas, vasijas llenas de oro, pués los indígenas creían que cuando una persona moría  se iba a un viaje muy largo por eso los enterraban con todas sus pertenencias.
Se dirigieron a la vieja casona y mientras excavaban se les acercó guzmán montado en su caballo un hombre muy conocido en la región por su desmesurada ambición de riquezas y acariciándose sus largos bigotes les preguntó que hacían.
Cuando los dos hombres le contaron lo que pretendían este se echó a reir diciéndoles:
-En esta vieja casa no existe más que maleza y ruinas, me parece que no encontrarán nada pués eso son sólo leyendas de pueblo- Los dos hombres escuchaban en silencio mientras Guzmán proseguía diciendo:
-Además las guacas deben ser mostradas por un ánima, a las 12pm en el mes de noviembre que es el mes de las ánimas y echándose de nuevo a reir continuo senda abajo.
Los hombres se preguntaron si tendría razón asi que decidieron buscar al indio Cosme un "jaibaná" o también llamado chamán de la tribu indígena de los Emberá-Chamí que significa chamí (cordillera) y emberá (gente) gente que vive en la cordillera, y que había aprendido a comunicarase con los espíritus através de uno de sus antepasados, el cual sabía mucho de éstas cosas.Cosme era curandero y vivía en lo alto de una colina en Llano grande a el acudía mucha gente que prefería este tipo de medicina a la tradicional de médicos, hospitales, etc.
Una vez llegaron a la casa de Cosme tocaron y ante ellos apareció la figura de un hombre bajito,de nariz aguileña, pelo liso, ojos rasgados, no había duda era un indígena, al explicar el motivo de la visita Cosme les dijo:
-¡Si! es cierto lo que se dice  de la guaca de la vieja casona es la tumba donde está enterrado el indio Yarumé, ya saben que mis antepasados enterraban a sus muertos en la tierra, y que los enterraban con objetos hechos de oro: Gargantilla, pulseras, anillos, collares, figuras,etc, todo hecho en oro, José y Simón no se atrevían a interrumpir así que el indio Cosme continúo -en este caso la guaca del indio Yarumé esconde un gran tesoro pués se trataba del hijo de un cacique de la tribu fué enterrado con vasijas hechas de barro repletas de oro, más para poder saber el lugar exacto donde está enterrado deben ir a la antigua casona a las doce de la noche en el mes de noviembre y como los espíritus me han dicho que es una guaca conjurada (que le han hecho un conjuro) deben entonces pronunciar las frases sagradas dedicadas a la madre tierra.
-Pero no sabemos las palabras sagradas-dijo Simón
-¡Pero yo si! respondió el indio Cosme y se las diré con la única condición que cuando encuentren la guaca destinen una parte a obras benéficas.
José lleno de curiosidad preguntó:
-Por que usted no se ha hecho con la guaca?
-Ya puedes ver soy muy viejo, no tengo fuerzas para cavar la tierra y ese tesoro deben encontrarlo gente como ustedes jóvenes para disfrutarlo y sobre todo gente de buen corazón, porque el que no tenga buen corazón no le será revelado el lugar de la guaca.
Deben soportar la presencia del ánima y una vez empiece a acercarse a ustedes entonces deben decir las palabras sagradas.
-Danos las palabras sagradas que estamos en noviembre y mi amigo José y yo creemos que es el momento- dijo Simón decidido.
Cosme les escibió las palabras en su lengua indígena el embera, luego les entregó el papel diciéndoles:
-Deben pronunciarlas exactámente como están escritas.
Ninguno de los hombres se atrevió a preguntar lo que significaba,dando las gracias al indio se despidieron y salieron, ya en la casa de José él y Simón le relataron lo sucedido a su esposa Rita, una mujer de armas tomar, de esas que no le tienen miedo a nada, asi que ella animándolos decidió acompañarlos y aunque trataron de convencerla de lo contrario, su marido José sabía que era una mujer tan cabezota que cuando se le metía algo a la cabeza no había manera de sacárselo. Asi que sin discutirlo más decidieron ir al día siguiente a la antigua casona

La antigua casona estaba en ruinas, sus propietarios la habían abandonado, la casa tenía techo cubierto de tejas de barro grandes, un portón de entrada, cuatro ventanas y sus paredes parecían caerse y nadie había querido ocuparlas por las muchas leyendas que de ella se contaban.
Al otro día cuando todavía quedaba luz del sol las 5pm emprendieron para el pueblo contiguo Llano grande rumbo a la antigua casona al pasar en sus caballos cerca de la finca de Guzmán éste no dejaba de burlarse de los tres pués no creía en la tan mencionada guaca ya que eran muchos los que habían intentado encontrarla sin obtener ningún resultado  y levantando la voz les preguntó:
-Donde están sus herramientas o con qué piensan excavar con las uñas?
Los tres ignoraron los comentarios y siguieron adelante pensando que tenía razón no contaban con aparatos sofisticados: Medidores de resistencia de suelos, equipos robotizados de exploración, etc, sólo llevaban consigo unas herramientas rudimentarias como machetes, palas, picas etc.
Pero José era alto y con mucha fuerza física y Simón también y con la ayuda de Rita que tenía menos fuerza pero algo aportaría.
Cuando llegaron a la vieja casona, descargaron las herramientas y allí en medio del cafetal que rodeaba la casona en una piedra se sentaron a esperar que fueran las 12pm.
Cuando faltaba un cuarto para las doce a José le empezaron a temblar las piernas y es que estar allí en medio de tanta oscuridad, rodeados de maleza y cafetal y el aspecto de la casa casi en ruinas, iluminados sólo por la luz de la luna y unas linternas que se apagaban por ratos ponía los pelos de punta hasta el más valiente.
Cuando el reloj dió las doce empezaron a ver una luz muy brillante y vieron a lo lejos una figura que parecía de mujer vestida de blanco del cuello a los pies, toda de blanco con una vela encendida blanca en su mano derecha, se aproximaba muy lentamente pero sin tocar el suelo como si flotara, José no aguantó más y salió por en medio del cafetal como un cohete olvidando su caballo, su mujer y su amigo.
Simón más blanco que un papel, sacó su escapulario que llevaba en el bolsillo, le extendió el papel a Rita para que leyera las palabras sagradas, pues él no podía pronunciar palabra alguna.
Rita temblando como una hoja al viento, sintiendo que un frío le helaba hasta los huesos y antes que el ánima se aproximara más leyó como pudo las palabras sagradas, el ánima se detuvo suspendida en el aire y extendiento su brazo izquierdo señaló a Rita un árbol que había cerca de la antigua casona sobre un montículo de tierra, una vez vieron aquello salieron como pudieron por entre la maleza rumbo a la casa de josé.
Una vez allí y todavía con el susto en el cuerpo, se retiraron a descansar, Simón se quedó aquella noche en casa de su amigo por no sentirse capaz de regresar solo a su casa y tendido en una estera no podía conciliar el sueño por el miedo.
Al día siguiente y ya más tranquilos y con los primeros rayos del sol se encaminaron a Llano grande a la antigua casona dispuestos a desenterrar la guaca y allí en el sitio que les señalara el ánima empezaron a cavar, despues de cavar unos dos metros, Simón tocó con la pala un objeto, era una vasija de barro y en su interior oro, toda clase de objetos de oro, cavaron un poco más  y otras dos vasijas  repletas de oro y no encontraron nada más, ni tampoco los restos del indio Yarumé.
Empacaron todo en sus mochilas, regresaron a sus casas, dieron una parte al indio y otra para obras sociales de la iglesia, luego no se supo nunca más de ellos se habían marchado lejos para hacer una nueva vida.
El tema del hallazgo de la guaca pasó de boca en boca por todo el pueblo llegando a oídos del ambicioso Guzmán quien al enterarse pensó en apoderarse de todo ese tesoro y emprendió camino con otros tres hombres iguales de ambiciosos a él a la casa de José armados hasta los dientes, pero al llegar no encontraron ni rastros de ellos, asi que Guzmán pensó que si no habían encontrado los restos del indio Yarumé es por que estaría enterrado más abajo o en otro lugar de la antigua casona y quizas con muchas más vasijas de barro repletas de oro, fue donde el indio Cosme que le diera las palabras sagradas, el indio se las dió escritas en papel y antes que se terminara el mes de noviembre fue al día siguiente con sus tres amigos a la antigua casona a esperara que el ánima le señalara el lugar exacto de la guaca.
Sentados en medio del cafetal y en medio de una oscuridad total a las 12pm empezaron a ver la luz, luego el ánima de blanco desde el cuello hasta los pies, pero no traía la vela en la mano y empezó a avanzar lentamente hacia ellos, los tres estaban tan cegados por la ambición que no les permitía sentir temor, Guzmán alumbrado por una linterna leyó las palabras sagradas pero las leyó al revés entonces el ánima desapareció ante sus ojos, pero para Guzmán el poseer era más fuerte que cualquier temor, acariciándose sus largos bigotes  comentó a sus amigos de cavar junto al arbol pués se decía que era allí donde habían encontrado la guaca, empezaron a cavar, y cuando habían cavado un hoyo muy profundo tocó un objeto con la pala, alumbró con la linterna y vio unos huesos humanos descompuestos por los años, eran los restos del indio Yarumé, pero nada de oro por ningún lado.

Salió del hueco donde habían excavado y se sentaron a descansar un rato, luego dispuestos a marcharse Guzmán lanzó la linterna por los aires con tan mala suerte que resbaló y cayó en el hueco, sus amigos lo ayudaron a salir tenía una pierna y varias costillas rotas, ese fue el resultado de su ambición y es que aveces quien todo lo quiere, todo lo pierde.


        
Los Emberá-Chamí son una población indigena que habita en el departamento del Risaralda en Colombia, especialmente en los municipios de Pueblo Rico y Mistrató,han desarrollado por cientos de años una cultura adaptada a los ecosistemas de la selva húmeda tropical, habitan en viviendas rectángulares construidas en guadua, su sistema de producción de basa en la agricultura, en parcelas donde cultivan café, cacao, chontaduro, maíz, frijol y caña de azúcar, además practican la caza, la pesca, la recolección y en menor medida la extracción de madera.
                                                                  Autora: Ruizceos.
Los hechos y vivencias de esta historia son producto de la imaginación de su autora .
Las imágenes han sido tomadas de internet.
Derechos reservados de autor.










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