sábado, 18 de junio de 2011

LOS MOTIVOS DEL LOBO.


El varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de Asís, está con un rudo y torvo animal, bestia temerosa, de sangre y de robo, las fauces de furia, los ojos del mal: el lobo de gubbia, el terrible lobo, rabioso ha asolado los alrededores, cruel ha deshecho todos los rebaños, devoró corderos, devoró pastores, y son incontables sus muertes y daños.
Fuertes cazadores armados de hierros, fueron destrozados, los duros colmillos, dieron cuenta de los más bravos perros, como de cabritos y de corderillos.


Francisco salió: al lobo buscó en su madriguera, cerca de la cueva encontró a la fiera enorme que al verle, se lanzó feroz contra él. Francisco, con su dulce voz, alzando la mano al lobo furioso dijo: -¡paz hermano lobo! el animal contempló al varón de tosco sayal; dejó su aire arisco, cerró las abiertas fauces agresivas y dijo: ¡estabien hermano Francisco!
¡Cómo! - exclamó el santo-¿ es ley que tú vivas de horror y de muerte?
¿La sangre que vierte tu hocico diabólico, el duelo y espanto que esparces, el llanto de los campesinos, el grito, el dolor de tanta criatura de nuestro señor, no han de contener tu encono infernal?
¿Vienes del infierno?
¿Te ha infundido acaso su rencor eterno luzbel o belial?
Y el gran lobo, humilde: -¡es duro el invierno, y es horrible el hambre! en el bosque helado no hallé qué comer y busqué el ganado, y en veces comí ganado y pastor.
¿La sangre, yo vi más de un cazador sobre su caballo, llevando el azor al puño, o correr tras el jabalí, el oso o el ciervo, y a más de uno vi mancharse de sangre, herir, torturar de las roncas trompas al sordo clamor a los animales de nuestro señor, y no era por hambre que iban a cazar.
Francisco responde:- en el hombre existe mala levadura, cuando nace viene con pecado, es triste, más el alma simple de la bestia es pura.
Tu vas a tener desde hoy qué comer, dejarás en paz rebaños y gente en este país.
¡Que Dios melifique tu ser montaraz!
Esta bien hermano Francisco de Asís.
Ante el señor que todo ata y desata, en fe de promesa tiéndeme la pata.


El lobo tendió la pata al hermano de Asís que a su vez le alargó la mano.
Fueron a la aldea, la gente veía, y lo que miraba casi no creía, tras el religioso iba el lobo fiero, y  baja la testa quieto le seguía, como un can de casa o como un cordero.
Francisco llamó la gente a la plaza y allí predicó y dijo: - he aquí una amable caza, el hermano lobo se viene conmigo, me juró no ser ya vuestro enemigo, y no repetir su ataque sangriento, vosotros en cambio, daréis su alimento a la pobre bestia de Dios.
¡A si sea! - contestó la gente toda de la aldea.Y luego en señal de contentamiento movió testa y cola el buen animal, y entró con Francisco de Asís al convento.
Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo en el santo asilo, sus bastas orejas los salmos oían, y los claros ojos se le humedecían, aprendió mil gracias y hacía mil juegos, cuando a la cocina iba con los legos, y cuando Francisco su oración hacía, el lobo las pobres sandalias lamía.


Salía a la calle, iba por el monte, descendía al valle, entraba en las casas y le daban algo de comer. Mirábanle como a un manso galgo, un día Francisco se ausentó, y el lobo dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo, desapareció, tornó a la montaña, y recomenzaron su aullido y su saña, otra vez sintiose el temor, la alarma, entre los vecinos y entre los pastores, colmaba el espanto los alrededores, de nada servían el valor y el arma, pues la bestia fiera no dio treguas a su furor jamás, como si tuviera fuegos de moloch y de satanás.
Cuando volvió al pueblo el divino santo, todos lo buscaron con quejas y llantos, y con mil querellas dieron testimonio de lo que sufrían y perdían tanto, por aquel infame lobo del demonio.
Francisco de Asís se puso severo, se fue a la montaña a buscar el falso lobo carnicero, y junto a su cueva halló a la alimaña.
En nombre del padre del sacro universo, conjúrote -dijo- ¡oh lobo perverso!, a que me respondas: ¿Porqué has vuelto al mal?, contesta, te escucho.
Como en sorda lucha habló el animal, la boca espumosa, y el ojo fatal: hermano Francisco, no te acerques mucho...Yo estaba tranquilo allá en el convento, al pueblo salía, y si algo me daban, estaba contento y manso comía, más empecé a ver que en todas las casas estaban la envidia, la saña, la ira, y en todos los rostros ardían las brasas, de odio, de lujuria, de infamia y mentira, hermanos a hermanos hacían la guerra, perdían los débiles, ganaban los malos, hembra y macho eran como perro y perra, y un buen día todos me dieron de palos, me vieron humilde, lamía las manos y los pies, seguía tus sagradas leyes, todas las criaturas eran mis hermanos: los hermanos hombres, los hermanos bueyes, hermanas estrellas, y hermanos gusanos, y así me apalearon y me echaron fuera, y su risa fue como una agua hirviente, y entre mis entrañas revivió la fiera, y me sentí lobo malo de repente, más siempre mejor que esa mala gente, y recomencé a luchar aquí, a me defender, y a me alimentar, como el oso hace, como el jabalí, que para vivir tienen que matar.


Déjame en el monte, déjame en el risco, déjame existir en mi libertad, vete a tu convento hermano Francisco, sigue tu camino y tu santidad.
El santo de Asís no le dijo nada, le miró con una profunda mirada, y partió con lágrimas y con desconsuelos, y habló al Dios eterno con su corazón, el viento del bosque llevó su oración que era: Padre nuestro que estás en los cielos...
                     



                                        Autor: Rubén Darío.


Rubén Darío: Felix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío, fue un poeta nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española. (Metapa, hoy Ciudad Darío, Matagalpa 18 de enero de 1.867- León 6 de febrero de 1.916).
Es posiblemente el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia, en la poesía del siglo XX, en el ámbito hispánico, es llamado el príncipe de las letras castellanas.
Algunas de sus obras son: Abrojos, rimas, prosas profanas y otros poemas, poema del otoño y otros poemas, azul, la caravana pasa, entre otros. 

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Humilde homenaje a todos aquellos artista que en los años 60,70,80 y 90 nos emocionaron con sus canciones independientemente de si han faltado, ya no cantan o siguen activos en la música.

Hoy: FRANCO DE VITA (VENEZUELA).