COTIDIANIDADES.

Marta vive en un loft de una gran ciudad, muy céntrico y amplio con dos baños, terraza ajardinada, muy luminoso, con grandes ventanales, una plaza de garaje, amplio trastero, calefacción, cocina americana amueblada, y muchas comodidades mas, aveces demasiadas pensaba ella, pero estaba acostumbrada a llevar una vida cómoda y sobre todo podía permitírselo, llegó a vivir allí poco después de separarse, al principio no fue fácil le costó adaptarse, enfrentarse a su nueva situación, logró hacerse conocer de los vecinos del bloque y en poco tiempo formar un sólido "grupito" con el que sale los fines de semana. Llegó a sentirse muy bien con sus nuevos vecinos, y empezó a pasar de maravilla con ellos, y así fue tratando de disipar un poco el dolor de su separación que fue desapareciendo poco a poco, pues es sabido que el tiempo todo lo cura, además es una mujer muy valiente,
Por aquellos días llegó a vivir al bloque un tal Ramón algo introvertido, se había cruzado con él unas cuantas veces en el ascensor, intercambiando algunos "Hola que tal?", alguna vez uno de sus vecinos se lo presentó y recordaba su gesto al ella decirle "Encantada de conocerte", algo así como un gesto de indecisión"Le doy la mano o un beso" al fin se decidió y en medio de su timidez le dio dos besos en la mejilla.
Luego al fin de semana siguiente Concha también vecina y su esposo Pedro, le invitaron al cine, se estrenaba una película de acción de las que a ella le gustan, le comentaron que también habían invitado a Ramón el del loft del tercer  piso, en un primer momento no le hizo mucha gracia, ya que los hombres tímidos no eran su tipo, pero total ella sólo quería amistad, estaban además los argumentos de su amiga Concha: Que Ramón es un buen chico, que no conocía a casi nadie, que estaba muy solito el pobrecito, que al fin terminó por aceptar de ir los cuatro al cine.
Las cosas empezaron muy bien, nada mas  llegar al cine, no tuvieron que hacer mucha cola, para comprar las palomitas y los refrescos, las entradas las habían adquirido con antelación por Internet, buscaron la sala 19 que les había correspondido y entraron en ella, la sala no estaba muy llena y los espectadores estaban repartidos en la fila superior e inferior, dejando libre las del medio, donde se sentaron Marta y sus amigos.
Como es típico en los cines se apagaron las luces y comenzó la película, el guapo de George Clooney era el protagonista, las mujeres que estaban allí en la sala no quitaban la mirada de la pantalla viendo a semejante actor, mientras Ramón empezó a desviar su mirada a otra parte, y es que Marta no se había enterado que su blusa estilo camisa rosada había perdido un botón, dejando ver su escote y Ramón estaba aprovechando, ¡qué atrevido! Marta se dio cuenta de la situación y pese a ser una chica con una mentalidad abierta, no estaba por la labor de tener nada que fuera más allá de una estricta amistad, se puso de pie y dijo en voz baja"ya vengo" y se dirigió al aseo, allí buscó en su bolso haber si encontraba algo, sacó un labial, una máscara de pestañas, pero sabía que no solía cargar botones y mucho menos hilo de coser en su bolso, sólo maquillaje, documentos, lo imprescindible, en los bolsillos de sus vaqueros tampoco llevaba nada, no acostumbraba a guardar nada allí, volvió a la sala, se sentó y continuo viendo la película.
Ramón se dio cuenta que estaba haciendo sentir incómoda a Marta y fijo su mirada en la pantalla,total ella no estaba dando pie para que el pensara otra cosa, ella sólo quería amistad, de vez en cuando hacía algún comentario sobre la película pero había que sacarle las palabras de la boca y no por que no tuviera nada que decir, es que su timidez le dominaba.
Dos chicos que estaban  en las sillas superiores empezaron a tirar los vasos plásticos ya vacíos de los refrescos a las personas que estaban delante  y uno cayó en la cabeza de Ramón, las risotadas de los dos jóvenes no se hicieron esperar y él se sintió muy molesto y miró hacia atrás, que si las miradas mataran habrían caído fulminados, los amigos de Marta le pidieron que no hiciera caso que sólo intentaban provocarle.
Ramón se contuvo y siguió viendo la película pero a los pocos segundos, otro vaso de plástico aterrizó en su cabeza, esta vez se puso de pie, pero Marta le rogó que se sentara, más las risas de los chicos continuaron, él no hizo caso bajó las escalinatas y salió de la sala, y a los pocos minutos regresó con una persona de seguridad, quien invitó a los chicos a salir de la sala, acompañados de las protestas de las personas que gritaban "chissssssssssss".
Pudieron al fin continuar viendo la película, una vez finalizada se dirijieron
al parking, recordando las escenas anteriores. Marta quedó con Ramón para comer el día siguiente en un restaurante vegetariano, siempre aclarándole que sólo quería una buena amistad...
                                                      
                                                       Autora: Ruizceos.

Esta historia es producto de la imaginación de su autora.